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ACUERDO MEDIANTE EL CUAL SE ESTABLECEN LOS LINEAMIENTOS GENERALES A LOS QUE DEBERÁN SUJETARSE LA PREPARACIÓN, LA DISTRIBUCIÓN Y EL EXPENDIO DE LOS ALIMENTOS Y BEBIDAS PREPARADOS, PROCESADOS Y A GRANEL, ASÍ COMO EL FOMENTO DE LOS ESTILOS DE VIDA SALUDABLES EN ALIMENTACIÓN, DENTRO DE TODA ESCUELA DEL SISTEMA EDUCATIVO NACIONAL



El contenido del resumen es responsabilidad de la dependencia.


Resumen del anteproyecto


Los Lineamientos Generales a los que deberán sujetarse la preparación, la distribución y el expendio de los alimentos y bebidas preparados, procesados y a granel, así como el fomento de los estilos de vida saludables en alimentación, dentro de toda escuela del Sistema Educativo Nacional, regulan y promueven los hábitos saludables de la comunidad educativa a través de principios de acción y la definición de las atribuciones de las autoridades en diversos niveles. Además, se acompaña de un Anexo Único que establece los criterios técnicos nutrimentales, de higiene y operativos, mediante los cuales las escuelas deberán implementar esta nueva norma.

El contenido del resumen es responsabilidad de la dependencia.


Summary of the draft


The General Guidelines to which the preparation, distribution and sale of prepared, processed and bulk foods and beverages must be subject, as well as the promotion of healthy lifestyles in nutrition, within every school of the National Educational System, regulate and promote healthy habits in the educational community through principles of action and the definition of the powers of authorities at various levels. In addition, it is accompanied by a Single Annex that establishes the nutritional, hygiene and operational technical criteria, through which schools must implement this new standard.

Dictámenes Emitidos



CONAMER/24/4000

Últimos comentarios recibidos:


Comentario emitido por: Nombre de usuario no publico


COMO DIRECTORA DE UNA ESCUELA PRIMARIA, PREFIERO MANTENERME EN EL ANONIMATO POR TEMOR A REPRESALIAS, PERO NO PUEDO CALLAR ANTE LO QUE ESTÁ OCURRIENDO. EN LA ESCUELA SE HACE UN GRAN ESFUERZO POR CUMPLIR CON LOS PROGRAMAS EDUCATIVOS, Y AHORA, ADEMÁS DE ESO, TENEMOS QUE ESTAR ATENTOS A LO QUE LOS NIÑOS LLEVAN EN SUS LONCHERAS, PORQUE LAS SANCIONES SE DIRIGEN EXCLUSIVAMENTE A LAS AUTORIDADES ESCOLARES. ES ABSURDO QUE SE IMPONGAN SANCIONES POR ESTE TEMA. MUCHOS NIÑOS APENAS PUEDEN LLEVAR UN PAQUETE DE GALLETAS Y UNA LECHE DE CHOCOLATE O UNA NARANJADA COMO LUNCH. LOS LINEAMIENTOS NO ESTÁN PREVENIENDO PROBLEMAS DE SALUD, SOLO PROHIBEN SIN ANALIZAR EL CONTEXTO EN EL QUE VIVIMOS. ESTAMOS EN UNA SOCIEDAD QUE HACE POCO POR SUS NIÑOS, PORQUE LOS NIÑOS NO REPRESENTAN VOTOS. LA REALIDAD ES QUE ESTAS NORMAS NO RESUELVEN EL PROBLEMA DE FONDO Y SOLO AUMENTAN LA CARGA PARA LAS ESCUELAS, MIENTRAS QUE LOS NIÑOS SIGUEN SIN RECIBIR EL APOYO NECESARIO.

Fecha: 30/09/2024 21:02:10

Comentario emitido por: Nombre de usuario no publico


Como comerciante que provee box lunch escolares en una primaria pública de Naucalpan de Juárez, siempre me esfuerzo por utilizar ingredientes de buena calidad. Evito los azúcares añadidos y busco opciones que sean lo más saludables posible dentro del rango de precios accesibles para los padres de familia. Sin embargo, no puedo ignorar que algunos de los ingredientes que utilizo, como el jamón, son altos en sodio, o que el atún enlatado y los frijoles en lata, que empleo para los molletes, son considerados alimentos procesados. Mi preocupación es que, de modificarse estos ingredientes por alternativas más saludables o frescas, el costo de los box lunch sería inalcanzable para muchas familias. Actualmente, los padres pagan entre 25 y 30 pesos por alumno, y es gracias a esos precios que logro mantener un equilibrio entre calidad y accesibilidad. Si se nos exige cambiar radicalmente los ingredientes para cumplir con nuevas normativas, muchos padres no podrían costear los almuerzos, afectando la nutrición de los niños y mi propio sustento como comerciante.

Fecha: 30/09/2024 20:56:15

Comentario emitido por: Nombre de usuario no publico


En lugar de implementar prohibiciones generales sobre los alimentos procesados, se propone fomentar una cultura de educación alimentaria que considere las diferencias regionales y socioeconómicas que caracterizan a la República Mexicana. Este enfoque permitiría que las políticas alimentarias respeten y valoren las diversas dietas tradicionales y costumbres que existen en las distintas regiones del país. Es fundamental reconocer que el acceso a ciertos alimentos varía considerablemente entre el centro del país, el norte y el sureste, debido a factores geográficos, climáticos y económicos. En lugar de imponer restricciones generales, se debería promover una educación alimentaria que capacite a las comunidades escolares para tomar decisiones informadas sobre su alimentación, ajustándose a sus condiciones locales y realidades particulares. Esto no solo contribuiría a una mayor aceptación y eficacia de las políticas alimentarias, sino que también promovería un enfoque más inclusivo y equitativo, en línea con las particularidades culturales, sociales y económicas de cada región.

Fecha: 30/09/2024 17:02:27

Comentario emitido por: JACOB GONZALEZ MACIAS


Me permito remitir los siguientes comentarios: Análisis de los Lineamientos Generales para la Preparación, Distribución y Expendio de Alimentos y Bebidas en Escuelas, y Consideraciones sobre el Plazo de Consulta Pública** ### **I. Análisis de los Lineamientos Generales** 1. **Impacto en la Industria de Alimentos Procesados:** Los lineamientos que prohíben el uso de alimentos procesados en la preparación de comidas dentro de los planteles educativos generan preocupaciones significativas para la industria de alimentos procesados, particularmente en relación con productos de compañías como Nestlé (cereales, leche condensada, leche evaporada, entre otros). Es importante considerar que muchos de estos alimentos cumplen con estándares de calidad y pueden ser parte de una dieta balanceada. Prohibir su uso sin una justificación clara podría tener repercusiones negativas, tanto para la industria como para la capacidad de las escuelas de ofrecer opciones alimentarias seguras y accesibles. 2. **Riesgos para la Implementación Efectiva:** La implementación de estos lineamientos presenta varios desafíos. En primer lugar, la capacidad de las escuelas para abastecerse de alimentos frescos y naturales de manera constante y segura es limitada, especialmente en zonas rurales o con menos recursos. Esto puede derivar en una reducción de las opciones alimentarias disponibles para los estudiantes, lo que contraviene el objetivo de garantizar una alimentación adecuada. Además, la prohibición total de alimentos procesados puede no ser la mejor solución para fomentar hábitos saludables. Muchos productos procesados aportan nutrientes esenciales y pueden ser utilizados de manera equilibrada dentro de una dieta saludable. En lugar de prohibir estos productos, sería más adecuado orientar a las escuelas en su selección y preparación, enfatizando el control de porciones y el equilibrio nutricional. 3. **Fomento de Estilos de Vida Saludables:** Si bien los lineamientos pretenden fomentar estilos de vida saludables en los planteles educativos, es importante subrayar que esto debe hacerse a través de la educación y no mediante prohibiciones absolutas. Enseñar a los estudiantes y a las comunidades escolares sobre la importancia de una alimentación balanceada, en la que incluso los alimentos procesados puedan tener un lugar cuando se consumen de manera responsable, sería una medida más efectiva y sostenible en el largo plazo. 4. **Afectación a Productores Locales y Regionales:** También es importante considerar el impacto que estos lineamientos pueden tener sobre los pequeños productores y proveedores locales, quienes podrían ver limitadas sus oportunidades de proveer alimentos a los planteles educativos si se restringe el uso de ciertos productos. Se sugiere que los lineamientos incluyan disposiciones para apoyar y fortalecer a los productores locales, promoviendo el consumo de productos regionales, en lugar de imponer restricciones que podrían debilitar sus fuentes de ingreso. --- ### **II. Consideraciones sobre el Plazo de Consulta Pública** 1. **Marco Legal del Plazo de Consulta Pública:** De acuerdo con el artículo 73 de la Ley General de Mejora Regulatoria, se establece un plazo mínimo de 20 días hábiles para la consulta pública de cualquier regulación. Este plazo permite que los distintos actores tengan la oportunidad de analizar a fondo la propuesta regulatoria y emitir comentarios que ayuden a mejorar el contenido y la implementación de los lineamientos. 2. **Reducción Injustificada del Plazo por parte de la SEP:** La justificación presentada por la Secretaría de Educación Pública (SEP) para reducir el plazo de consulta pública no debería acordarse favorablemente. Si bien no se llegó a reducir a un solo día, la relevancia de estos lineamientos, que afectan tanto la salud como el bienestar de los estudiantes, justifica el agotamiento del plazo señalado en el artículo 73 de la Ley General de Mejora Regulatoria. La importancia de estos lineamientos demanda una consulta exhaustiva, y acortar dicho plazo podría limitar la oportunidad de que todos los sectores interesados participen adecuadamente. 3. **Participación de Actores Relevantes:** El artículo 4 de la Ley de Cámaras Empresariales y sus Confederaciones establece que las cámaras y confederaciones deben ser consultadas en cuestiones que impacten a la industria. En este contexto, las cámaras empresariales relacionadas con la producción y distribución de alimentos procesados son actores clave que no deben ser excluidos del proceso de consulta. 4. **Inclusión de la Sociedad en la Consulta Pública:** Asimismo, conforme al artículo 3 de la Ley General de Educación, es fundamental incluir a otros actores relevantes en el proceso de consulta, como las sociedades de padres de familia, maestros y maestras, pueblos indígenas y afromexicanos, así como otros sectores vinculados al sistema educativo. Estas voces son esenciales para garantizar que los lineamientos respondan a las diversas realidades y necesidades de las comunidades educativas. --- ### **III. Conclusión** El análisis de los lineamientos demuestra que la prohibición total de los alimentos procesados no es la mejor solución para garantizar la alimentación saludable en las escuelas. Se debe adoptar un enfoque más equilibrado, centrado en la educación alimentaria y el uso adecuado de productos procesados que cumplan con estándares nutricionales. Por otro lado, la reducción del plazo de consulta pública no debe ser aprobada, ya que, dada la trascendencia de estos lineamientos, resulta fundamental que se respete el plazo de 20 días señalado en la Ley General de Mejora Regulatoria. Solo de esta manera se podrá asegurar la participación efectiva de todos los actores involucrados, desde las cámaras empresariales hasta las sociedades de padres, maestros y comunidades indígenas, garantizando que los lineamientos reflejen las necesidades y perspectivas de la sociedad mexicana en su conjunto.

Fecha: 30/09/2024 16:49:12

Comentario emitido por: Nombre de usuario no publico


RESPECTO DE LOS LINEAMIENTO, ME HE PERMITIDO REALIZAR UN BREVE DOCUMENTO PARA EXPONER MIS CONSIDERACIONES Y COMENTARIOS: Problemas Generales de la Prohibición de Alimentos Procesados en las Preparaciones de Comidas dentro de Planteles Educativos en México** **Introducción** En los últimos años, ha habido un creciente interés en mejorar la salud infantil mediante la regulación de los alimentos que se consumen en las escuelas. Dentro de estas propuestas, surge la idea de prohibir el uso de alimentos procesados en las preparaciones escolares. Aunque esta medida busca promover una alimentación más saludable, su implementación en un país como México enfrenta una serie de desafíos significativos que podrían complicar su éxito y viabilidad. **1. Desafíos Logísticos y Operativos** Una prohibición de alimentos procesados en las preparaciones de comidas escolares implica la necesidad de una transformación considerable en la cadena de suministro alimentario. Actualmente, los alimentos procesados son populares debido a su facilidad de almacenamiento, transporte y preparación. Estos alimentos permiten a las escuelas, especialmente en zonas rurales o marginadas, servir alimentos a bajo costo y con un mínimo de infraestructura. Eliminar los procesados implicaría: - **Infraestructura adicional**: Muchas escuelas no cuentan con cocinas adecuadas o con el equipo necesario para preparar alimentos frescos diariamente. La compra de ingredientes frescos requeriría instalaciones adecuadas de almacenamiento, lo que supondría un costo extra para los planteles educativos. En este sentido, **deberá considerarse la opinión del Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (INIFED)** para tener un panorama real sobre el estado y equipamiento de los planteles del Sistema Educativo Nacional y evaluar las capacidades logísticas y de infraestructura de las escuelas para implementar esta medida. - **Mayor complejidad en la logística**: La distribución de productos frescos, particularmente en regiones alejadas o con acceso limitado, complicaría la logística de abastecimiento. Los alimentos frescos son perecederos y requieren transporte especializado, como camiones refrigerados, lo que aumentaría los costos operativos. **2. Impacto Económico y Presupuestal** La prohibición de alimentos procesados aumentaría los costos de las preparaciones escolares debido al precio generalmente más elevado de los alimentos frescos. Esto generaría varios problemas: - **Incremento en el presupuesto escolar**: Las escuelas públicas en México dependen en gran medida de los subsidios gubernamentales para financiar sus programas alimentarios. Reemplazar alimentos procesados por productos frescos y orgánicos implicaría un gasto mucho mayor, lo que podría derivar en recortes en otras áreas o en la necesidad de aumentar el financiamiento estatal. - **Desigualdad entre escuelas**: Las escuelas en áreas urbanas de mayor poder adquisitivo podrían adaptarse más fácilmente a esta política. Sin embargo, las escuelas en áreas rurales o marginadas enfrentarían serias dificultades para cubrir el costo adicional de los alimentos frescos, lo que podría profundizar la brecha en la calidad de la alimentación escolar entre diferentes regiones del país. **3. Reacciones de la Industria y Consecuencias para el Empleo** La industria de alimentos procesados en México es robusta y representa una parte importante del empleo y la economía nacional. Si se prohíben los alimentos procesados en las escuelas, es probable que se produzca una fuerte oposición por parte de las empresas del sector, las cuales podrían alegar: - **Pérdida de empleos**: La prohibición afectaría a miles de trabajadores que dependen de la producción, distribución y comercialización de alimentos procesados, lo que generaría un impacto negativo en la economía local y nacional. - **Descontrol en el sector agroindustrial**: Muchas pequeñas y medianas empresas que producen alimentos procesados, especialmente en el sector rural, podrían enfrentar pérdidas significativas si el mercado escolar dejara de ser accesible para sus productos. **4. Dificultades Culturales y de Cambio de Hábitos Alimenticios** México tiene una alta dependencia de alimentos procesados en la vida diaria. En muchos hogares, los alimentos procesados forman parte importante de las comidas por su practicidad y accesibilidad económica. Cambiar estos hábitos sería un reto: - **Reacción de las familias**: Las familias podrían percibir la prohibición de alimentos procesados en las escuelas como una medida que incrementa los costos de alimentación, ya que muchos envían a sus hijos con almuerzos preparados en casa a base de estos productos. - **Falta de educación nutricional**: Sin una adecuada educación sobre alimentación saludable, tanto para los padres como para los alumnos, las medidas como esta prohibición podrían tener un impacto limitado. Aunque los niños reciban comidas más saludables en las escuelas, podrían seguir consumiendo alimentos procesados en sus hogares. **5. Problemas de Abasto de Agua Potable en Comunidades Rurales** Un aspecto crítico que no puede soslayarse es el **desafío del acceso al agua potable**, especialmente en las comunidades rurales de México. En diversas localidades alejadas, la infraestructura para abastecer agua potable sigue siendo insuficiente. Existe evidencia de que muchas escuelas y comunidades no tienen acceso adecuado a agua segura para el consumo humano, lo que genera un entorno propicio para el consumo de bebidas procesadas como una de las pocas alternativas disponibles. - **Dependencia de bebidas procesadas**: En estas zonas, una de las únicas opciones accesibles para los estudiantes son las **bebidas procesadas**, que muchas veces incluyen bebidas azucaradas, lo que agrava los problemas de salud relacionados con la mala alimentación, como la obesidad y la diabetes. Prohibir estas bebidas sin solucionar el problema del acceso al agua potable podría generar efectos adversos, limitando las opciones seguras de hidratación para los estudiantes. **6. Restricciones Justificadas en Educación Básica y Media Superior, pero Excesivas en Educación Superior** Las restricciones en los planteles educativos de nivel básico y medio superior podrían estar justificadas en un intento de promover una alimentación más saludable entre los estudiantes menores de edad. Sin embargo, esta misma lógica resulta excesiva cuando se trata de instituciones de educación superior, donde la mayoría de los alumnos son mayores de edad. En este caso, prohibir el consumo de alimentos procesados podría atentar contra el **libre desarrollo de la personalidad** y limitar la libertad de elección en una etapa en la que los jóvenes deben tomar decisiones por sí mismos. Al tratarse de adultos, los estudiantes de educación superior tienen el derecho a decidir qué alimentos consumir, por lo que una prohibición estricta resultaría en una medida paternalista y podría enfrentar resistencia tanto por parte del alumnado como de las instituciones. Además, esto implicaría la imposición de un control que limita derechos individuales bajo el argumento de salud pública, sin considerar que los mayores de edad tienen la capacidad legal de decidir sobre sus propios hábitos alimenticios. **7. Riesgo de Incremento de Alimentos Informales o no Regulados** Al prohibir los alimentos procesados dentro de los planteles escolares, podría aumentar el consumo de alimentos comprados fuera de las escuelas, en puestos de comida callejera o de vendedores informales. Estos alimentos, en muchos casos, no están regulados ni se preparan bajo condiciones higiénicas adecuadas, lo que podría dar lugar a problemas de salud adicionales. **Conclusión** Si bien la prohibición del uso de alimentos procesados en las preparaciones de comidas escolares en México podría parecer una medida positiva en la lucha contra los problemas de salud infantil, su implementación conllevaría una serie de desafíos logísticos, económicos y culturales que deben ser cuidadosamente considerados. En el caso de las instituciones de educación básica y media superior, las restricciones podrían justificarse bajo ciertos términos, aunque no deben soslayarse las dificultades mencionadas. No obstante, en las instituciones de educación superior, la prohibición resulta excesiva al limitar el libre desarrollo de la personalidad de los adultos. Asimismo, es esencial abordar el problema estructural del **abasto de agua potable**, especialmente en las comunidades rurales, donde la falta de acceso a agua segura obliga a las personas a consumir bebidas procesadas, muchas veces azucaradas, como alternativa principal. Un enfoque integral, flexible y basado en la educación alimentaria, junto con la mejora del acceso a agua potable y el diagnóstico del estado de las escuelas por parte del **Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (INIFED)**, sería más efectivo que las prohibiciones estrictas.

Fecha: 30/09/2024 12:25:49

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Considero que los lineamientos propuestos son excesivos al incluir a los planteles de educación superior en su ámbito de aplicación. Como estudiante mayor de 18 años, creo que tengo la responsabilidad y la libertad de decidir sobre mi consumo de alimentos procesados. Incluir restricciones en un entorno donde la mayoría de los asistentes ya han alcanzado la mayoría de edad no solo resulta innecesario, sino que también puede ser percibido como una limitación a nuestra autonomía. Es fundamental reconocer que nosotros, los estudiantes universitarios, tenemos el derecho de elegir lo que deseamos consumir y de informarnos sobre los beneficios y riesgos asociados con distintos tipos de alimentos. Por ello, me parece desproporcionado que se impongan regulaciones que prohíban productos procesados en nuestras instituciones. Estas restricciones subestiman nuestra capacidad para tomar decisiones responsables y saludables en lo que respecta a nuestra alimentación. Además, creo que es vital que las instituciones de educación superior ofrezcan opciones diversas que respondan a nuestras necesidades y preferencias. La imposición de normas rígidas sobre lo que se puede o no se puede consumir puede llevar a una falta de oferta alimentaria adecuada y variada, lo que no beneficiará a la comunidad estudiantil. En lugar de crear un ambiente educativo inclusivo y flexible, estos lineamientos podrían generar frustración y resistencia entre nosotros. Por eso, considero que es crucial reevaluar la aplicación de estos lineamientos en el contexto de la educación superior. Debemos promover un enfoque que nos empodere a tomar decisiones informadas sobre nuestra alimentación, en lugar de imponer restricciones innecesarias que afecten nuestra libertad de elección y autonomía personal. La educación en hábitos alimenticios saludables debería ser la prioridad, fomentando un entorno donde podamos explorar y decidir sobre nuestra propia nutrición sin imposiciones externas.

Fecha: 30/09/2024 12:23:17

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Los lineamientos propuestos parecen exceder su alcance al incluir a los planteles de educación superior en su ámbito de aplicación. Es importante reconocer que los estudiantes universitarios, en su mayoría mayores de 18 años, son adultos responsables y plenamente capaces de tomar decisiones informadas sobre su alimentación y consumo de productos procesados. La inclusión de estas restricciones en un entorno donde los jóvenes ya han alcanzado la mayoría de edad no solo resulta innecesaria, sino que también puede ser percibida como una limitación a su autonomía personal. Los estudiantes universitarios tienen el derecho de elegir lo que desean consumir, así como de informarse sobre los beneficios y riesgos asociados con distintos tipos de alimentos. En este sentido, el establecimiento de regulaciones que prohíban productos procesados en estas instituciones no solo es desproporcionado, sino que también subestima la capacidad de los jóvenes para hacer elecciones responsables y saludables. La promoción de una alimentación adecuada debe centrarse en la educación y la concienciación, más que en restricciones que limitan la libertad de elección. Además, es fundamental que las instituciones de educación superior cuenten con opciones diversas que respondan a las necesidades y preferencias de sus estudiantes. La imposición de normas rígidas sobre lo que se puede o no se puede consumir puede resultar en una falta de oferta alimentaria adecuada y variada, lo que no beneficiará a la comunidad estudiantil. En lugar de crear un ambiente educativo inclusivo y flexible, estos lineamientos podrían generar frustración y resistencia por parte de los estudiantes. Por tanto, es crucial que se reevalúe la aplicación de estos lineamientos en el contexto de la educación superior. Se debe fomentar un enfoque que empodere a los estudiantes a tomar decisiones informadas sobre su alimentación, en lugar de imponer restricciones innecesarias que afectan su libertad de elección y autonomía personal. La educación en hábitos alimenticios saludables debe ser la prioridad, promoviendo un entorno donde los jóvenes puedan explorar y decidir sobre su propia nutrición.

Fecha: 30/09/2024 12:21:37

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Me preocupa profundamente que se pretenda reducir el plazo de consulta pública de los lineamientos para la preparación y distribución de alimentos en las escuelas a tan solo 1 día, justificando que "no afecta los derechos de los sujetos regulados". La justificación que ofrecen, basada en que este supuesto está previsto en la Ley General de Mejora Regulatoria, parece más un intento desesperado de cumplir con una obligación de última hora que una medida pensada con responsabilidad. Da la impresión de que la SEP no hizo su tarea durante todo el sexenio, y ahora que tienen los dedos en la puerta, quieren apresurar la implementación de los lineamientos sin considerar las múltiples fallas y retos que enfrentará su ejecución. Es evidente que estos lineamientos fueron elaborados sin conocer a fondo las diversas problemáticas que enfrentan las escuelas, los padres de familia, la Secretaría de Hacienda y todos los actores involucrados. Además, buscar que se implementen apresuradamente para el ciclo escolar 2024-2025, sin una revisión adecuada, solo aumentará los errores y generará más presión en un sistema que ya de por sí está al borde. En lugar de apresurar su publicación en el Diario Oficial de la Federación, sería más sensato tomarse el tiempo necesario para realizar una consulta pública real, escuchando a quienes estamos en contacto directo con las escuelas y los comedores, para que las decisiones que se tomen realmente mejoren la situación alimentaria de los niños sin crear más problemas de los que ya existen. Lo que necesitamos es un enfoque realista y sensato, no una implementación apresurada que, al final, será contraproducente para todos.

Fecha: 30/09/2024 10:29:11

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Soy madre de familia y tengo la oportunidad de apoyar en la cocina del comedor escolar de la primaria a la que asisten mis hijos. En este comedor atendemos a unos 360 niños, repartidos en seis turnos, tres para el desayuno y tres para la comida. Para poder alimentar a tantos niños, nos hemos tenido que valer de productos enlatados como frijoles, atún y cereales, carne de soya, embutidos, porque, la verdad, resultan ser una solución práctica y económica. Estos alimentos son más fáciles de conservar, y eso nos ayuda mucho con el tema del almacenamiento. Además, en una jornada tan intensa como la que manejamos, es crucial que las preparaciones sean rápidas, y los productos enlatados nos permiten resolver en menos tiempo. También hay que decirlo: los costos son menores, lo que facilita que todos los niños tengan algo que comer. Ahora, con los nuevos lineamientos que exigen utilizar solo alimentos frescos, me parece que se está desconociendo la realidad de escuelas como la nuestra. Sinceramente, cumplir con eso será casi imposible. Hablamos de una escuela con un presupuesto muy limitado, en la que ya hacemos milagros para que los niños puedan recibir sus comidas. No sé si quienes proponen estos cambios se han puesto a pensar en cómo vamos a manejar la conservación de frutas, verduras y otros alimentos frescos, o el tiempo que se necesitaría para prepararlos a diario. La intención puede ser buena, pero en la práctica es completamente inviable. Yo anticipo que esto no se va a cumplir. Será uno de esos proyectos que suenan bien en el papel, pero que en la realidad se quedarán en nada. Al final, las escuelas seguirán haciendo lo que puedan con lo que tienen. En lugar de imponer reglas tan difíciles de llevar a cabo, creo que sería mejor apostar por educar a los niños en buenos hábitos alimenticios, como seguir el “plato del buen comer”, y enseñarles a balancear su dieta sin satanizar los alimentos procesados. Porque al final, estos productos también han sido parte de la solución para alimentar a tantos niños día con día.

Fecha: 30/09/2024 10:05:06

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Prefiero mantener en el anonimato el nombre de la escuela en la que trabajo, pero puedo asegurar que, a pesar de estar ubicada en la Ciudad de México, nos enfrentamos a serios problemas de presupuesto que dificultan cumplir con las necesidades alimenticias de nuestros alumnos. Si esto es lo que vivimos en una ciudad con más acceso a recursos, no me quiero imaginar lo complicado que debe ser para las escuelas en comunidades rurales, donde los apoyos son aún más limitados y las carencias son mayores. En nuestro caso, dependemos en gran medida de la colaboración de la sociedad de padres de familia para obtener alimentos como frijoles enlatados, atún en lata, y cereales que nos permiten preparar desayunos y comidas para los niños. Sin estos productos procesados, simplemente no podríamos alimentar a todos los estudiantes, muchos de los cuales dependen del comedor escolar como su única fuente de alimento diario. Imaginar que se nos obligue a utilizar únicamente alimentos frescos, sin tener en cuenta la realidad de nuestro presupuesto, solo complicaría aún más las cosas. Si en una escuela de la Ciudad de México ya tenemos este nivel de dificultad, las escuelas en zonas rurales seguramente enfrentarán retos mucho mayores. Estos lineamientos no parecen considerar las desigualdades que existen en diferentes regiones del país, ni las realidades que viven miles de estudiantes que dependen de estas comidas para poder concentrarse y aprender en clase.

Fecha: 30/09/2024 09:55:59



Información del Anteproyecto:


Dependencia:

SEP-Secretaría de Educación Pública

Fecha Publicación:

24/09/2024 17:59:47

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