El anteproyecto tiene como objetivo fortalecer el control interno de las instituciones de crédito en materia de prevención, detección y respuesta oportuna de las “Conductas observables para la gestión del fraude”, las cuales tienden a: (i) Suplantar o usurpar la identidad del usuario; (ii) Robar datos personales e información financiera del usuario; (iii) suplantar la identidad de la institución de crédito; (iv) Usar información privilegiada de los usuarios por empleados de las Instituciones de crédito: (v) Comprometer los medios electrónicos empleados por el usuario con el objetivo de instalar un código malicioso capaz de alterar la realización de operaciones monetarias; y, (vi) Alterar cheques y emitir cheques falsos. En todos los casos anteriores, las conductas pueden ser internas o externas, según la relación que tengan las personas que las realicen ante el banco de que se trate.