La renovación de la Zona de Refugio Pesquero (ZRP) de Celestún representa una valiosa oportunidad para consolidar una herramienta de manejo que no solo promueve la conservación de los recursos marinos, sino que también fortalece la participación activa de las comunidades pesqueras. Este tipo de esquemas fomenta el sentido de pertenencia y corresponsabilidad entre los actores locales, al involucrarlos directamente en la vigilancia, monitoreo y toma de decisiones. En el caso de Celestún, el proceso de renovación ha avanzado hacia un modelo más participativo e inclusivo, integrando el conocimiento tradicional de los pescadores con el respaldo técnico de instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil. Este enfoque colaborativo no solo mejora la gobernanza, sino que también incrementa la efectividad ecológica y social del refugio. Es fundamental respaldar y dar continuidad a este tipo de herramientas de manejo, que contribuyen a la recuperación de las pesquerías, la diversificación de los medios de subsistencia, y la construcción de comunidades costeras más resilientes frente al cambio climático y otras presiones. Por estas razones, expreso mi apoyo a la renovación de la ZRP de Celestún, reconociendo su potencial como modelo de conservación con enfoque participativo.