Limitar la reforma a "maíz transgénico" es un grave retroceso del decreto presidencial de 2023, pues no incluye a todas las formas de maíz genéticamente modificado. Además es contrario a las promesas de la Presidenta de proteger los maíces nativos de los maíces genéticamente modificas. Por lo que solicito se cambien los términos a "maíz genéticamente modificado". El fraseo de transgénico sólo favorece a las empresas de biotecnología agrícola que buscan sembrar maíz genéticamente modificado en México y traiciona los principios en los que se funda este gobierno.