Sistema de Manifestación de Impacto Regulatorio

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Comentario al Expediente



El documento analiza los desafíos de implementar la prohibición de alimentos procesados en las escuelas mexicanas, enfocándose en las complicaciones logísticas, económicas y culturales que dicha medida traería. Resalta que, aunque la propuesta busca mejorar la alimentación infantil, su implementación en México sería compleja debido a la dependencia actual de estos alimentos en las escuelas por su bajo costo y facilidad de manejo, especialmente en zonas rurales. Los puntos clave incluyen: Desafíos Logísticos: La falta de infraestructura adecuada y la complejidad de distribuir alimentos frescos dificultaría su implementación, además de aumentar costos operativos. Impacto Económico: La sustitución de alimentos procesados por frescos incrementaría los gastos en las escuelas, profundizando las desigualdades entre instituciones urbanas y rurales. Consecuencias Industriales y Laborales: La prohibición afectaría negativamente a la industria alimentaria y podría ocasionar pérdida de empleos, especialmente en pequeñas y medianas empresas. Dificultades Culturales: El consumo generalizado de alimentos procesados en México y la falta de educación nutricional podrían generar resistencia por parte de las familias y limitar el impacto de la medida. Problemas de Abasto de Agua Potable: En áreas rurales, la falta de agua potable promueve el consumo de bebidas procesadas, por lo que prohibirlas sin resolver este problema tendría consecuencias negativas. Restricciones por Nivel Educativo: Si bien las restricciones pueden justificarse en educación básica y media superior, en instituciones de educación superior serían excesivas, limitando la libertad de elección de los adultos. Riesgo de Alimentos Informales: La prohibición podría aumentar la venta de alimentos no regulados fuera de las escuelas, generando riesgos de salud. El documento concluye que, aunque la prohibición parece positiva en teoría, su éxito depende de una reforma estructural en el abasto de alimentos y agua, junto con educación nutricional, en lugar de una prohibición estricta.