Después de trabajar 20 años en la CONABIO solo puedo sentir un orgullo genuino y muchísima gratitud a quienes me permitieron pertenecer a la misma. Tuve la oportunidad única de laborar en una institución de primer nivel que realmente genera procesos de cambio en pro de la biodiversidad. Esto gracias a un grandioso equipo técnico y científico altamente calificado, gracias a una gran red de expertos con la que cuenta tanto en la academia, como en la sociedad civil y sector público y privado, gracias a la introducción y desarrollo de herramientas innovadoras, al gran liderazgo, a la empatía y respeto reinante entre sus funcionarios, el sentido de comunidad y de visión compartido. CONABIO ha resultado ser la institución más noble, más íntegra, ejemplar y con propósito en la que yo pudiera haber aspirado a trabajar. El cambiar su naturaleza y quitarle su neutralidad e independencia le restan a la biodiversidad de México. A diferencia de lo que se menciona en la exención de AIR en el apartado II de impacto de la regulación, mi opinión informada a partir de la experiencia acumulada durante mi trabajo en la institución me indica que los cambios propuestos sí generarán costos para todos los mexicanos al disminuir las capacidades institucionales de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, se verá afectada la biodiversidad en su conjunto de la que todos dependen.