Puntualmente y con respeto me dirijo a ustedes. Me declaro totalmente en contra de la aplicación de este acuerdo. Se trata de una iniciativa arbitraria, sin ningún sustento técnico demostrado, con argumentos ambiguos y claramente con una fuerte componente de ideología política y alejado de justificaciones técnicas-económicas. Se establece como móvil o motivación a la pandemia del COVID19, por la baja en la demanda energética, indicando que la generación intermitente provoca fluctuaciones en la calidad y suministro de la energía, sin embargo, al reducir la demanda se incrementa la reserva operativa del Sistema Eléctrico Nacional, por lo que las fluctuaciones ocasionadas por la intermitencia tienden a reducirse en lugar de aumentar. En tal caso, si esa fuera la razón entonces se trataría de promover una iniciativa para casos extremos como el de la Pandemia y no tartar de aprovechar la oportunidad para generalizar. Si este fuere el caso, como un sano ejercicio de transparencia, se exige de la participación de peritos técnicos independientes con credenciales suficientes (Laboratorios Eléctricos Acreditados), que no tengan ningún lazo ni compromiso político, que realicen un dictamen sobre los efectos reales de la intermitencia en la red ocasionada por las energías renovables y las diferentes medidas de mitigación existentes en el mercado y aplicadas en otros paises. Sin duda se trata de una iniciativa que perjudicará gravemente a la economía de México al enviar un claro mensaje de alta incertidumbre regulatoria a la inversion privada nacional y extranjera, con obvias consecuencias negativas al crecimiento económico de México. Es un evidente atropello a la Ley Federal de Competencia Económica al privilegiar de manera contundente a la empresa productiva del Estado (CFE) y eliminar la competencia de la iniciativa privada, regresando a prácticas monopólicas por las que tanta gente luchó durante tantos años para erradicar. Es una violación a la palabra de México respecto a su participación en el acuerdo de París en el que se compromete a alcanzar una meta clara de generación de energías limpias y reducir su huella de carbono. Es un acto irresponsable que compromete la salud y el bienestar de las futuras generaciones al apostar a la generación de energía por fuentes altamente contaminantes, incentivando así la aceleración de los efectos negativos del cambio climático. Por nuestros hijos y nietos, tenenos que decir NO a esta iniciativa y promover la generación de energías limpias, buscando un compromiso técnico-económico, y conforme a la Ley de Transición Energética. No debemos permitir que una ideología política retrógrada comprometa el futuro de las próximas generaciones. Por último, se debe tener en cuenta el impacto directo sobre el desempleo que esta iniciativa generará y sus consecuencias en la economía del país. Habemos muchas personas que dependemos del sector de las Energías Renovables, en mi caso, me siento muy orgulloso de ello, ya que es un sector que no sólo contribuye con el desarrollo económico y tecnológico del país, brindando prosperidad local en los alrededores de los proyectos (muchas veces alejados y marginados), sino que además contribuye a disminuir la huella de carbono en el mundo. Gracias por las atenciones. Omar Galaviz