No estoy a favor de que me supriman la vedas en estas cuencas; no pueden tomarse desiciones tan trascendentales, pasando por alto nuestro derecho a la consulta y a la información. Quitar la veda, es abrir el paso a los proyectos hidroeléctricos (Odebretch, Constanza energética y perseveranza energética) que acabarían con el entorno natural y social  de nuestras comunidades, pasando por alto nuestro derecho a un medio ambiente sano y libre. Quitar la veda concesiona el agua a las empresas privadas y la convierte en un negocio, cuando el agua es  nuestro derecho contar con agua suficiente, accesible, asequible y potable. Quitar la veda es continuar con la visión de que la naturaleza es vista solo como un negocio y no como un hogar al que debemos preservar. Quitar la veda teniendo como pretexto a la industria acuícola no es un argumento suficiente. Quitar la veda engaña a las personas que habrá beneficios, cuando no es así, ya que no hay un plan integral bien sustentado y analizado por la sociedad. Queremos un desarrollo que no destruya nuestro entorno, queremos un desarrollo integral, queremos un desarrollo no a costa de la corrupción, queremos un desarrollo con alternativas acordes a la actualidad que no continúen con este sistema fallido.(ecotecnias, permacultura). Queremos paz y nuevas formas de vida basados en el respeto y el bien común entre la naturaleza y las personas.